miércoles, 9 de junio de 2010

Cambios

No me pidan que me repita, ya no soy el mismo.
No hago lo que solía hacer.
No leo.
No dibujo.
No toco el piano ni la guitarra.
No canto.
No escribo.
No me doy mis paseos, ni medito.
No me ejercito.
No platico.
Hablo poco, casi nada.

No me lo pidan, les digo, que ya no soy el mismo.

Ahora vigilo.
Que no pase hambre.
Que no pase frío.
Que este limpio.
Que no se lastime.
Que aprenda lo que yo aprendo.
Que aprenda a relacionar.
Que aprenda a predecir y a imaginar.
Que aprenda a intelegir y discernir.
Que aprenda a cuidar y a compartir.
Que aprenda a decir y a escuchar.
Que aprenda a tolerar la frustracion, el dolor físico,a las personas y las situaciones.
Que aprenda a solucionar.
Que aprenda a ayudar y a participar
Que aprenda a disfrutar, haciendo.
Que aprenda a respetar.
Que disfrute los procesos.
Que aprenda a desaprender, con alegría, sin miedo.
Que aprenda a estar y se deje ser.
Que aprenda que algún día no será él, el mismo.
Que aprenda que por eso, no pasa nada, si se tiene un hijo.

No me pidan que me repita, ya no soy el mismo.
Antes no,nunca; ahora,gracia a él, rio.

2 comentarios:

Miranda Hooker dijo...

Varían los caminos y las formas. Que varíen y cambien y evolucionen. Reducidos a cenizas o vueltos a nacer; reconfigurados o archivados en el olvido, suspendidos o refinados.

El destino es el mismo. ¿para qué habrías de repetirte?

Ana dijo...

Lo siento, yo no lo veo así.

Sigues siendo tú... con un hijo muy pequeño que necesita muchos cuidados.

Si te gustaba leer, cantar, la música, escribir, pasear, meditar.... no lo dejes. Forma parte de tí.

La paternidad no lo es todo.