miércoles, 15 de abril de 2009

Om Mani Padme Hum

Una serie de vibraciones interiorizadas efectiva y repetitivamente a manera de canto y en forma de una sílaba, una palabra, un sonido o un grupo de palabras, que puedan ser capaces de crear una transformación, mantener la salud, evitar el peligro, alejar a los enemigos y que simultáneamente desvíen la mente de los instintos básicos y los deseos materiales y la orienten hacia la única idea espiritual de que el individuo es la manifestación de la conciencia divina, es un mantra.

Algunos ejemplos:

Om Om Om
Om Mani Padme Hum
Om Gum Ganapatayei Namaha
Om Shrim Mahalakshmiyei Swaha
Om Eim Saraswatyei Swaha
Om Namah Shivaya

Funcionan.

En otras tradiciones espirituales a los mantras se les llama rezos, plegarias u oraciones, como la "Mode Aní" o la "Shema Yisroel" para los judíos; el "Surat Al-Fatiha" o el "Surat Al Ejla" para los musulmanes, o el "Padre Nuestro" o el "Ave María" para los cristianos.

En los mantras, rezos, plegarias y oraciones, la función puede ser diferente, pero el principio es el mismo: interiorizar por repetición nuestra empatía con lo divino para lograr una transformación espiritual, en paz y gratitud.

Todos funcionan.

Gael, mi hijo de dos meses, recurre a varios mantras para lograr esos niveles de conciencia y empatía divina.

La primera la usa para concentrarse cuando se toma su leche.

Es esta:
Tengo, tengo, tengo
Tu no tienes nada
Tengo tres ovejas
En una cabaña
Una me da leche
Otra me da lana
Otra mantequilla
Para la semana

Caballito blanco
Sácame de aquí
Llévame a mi pueblo
Donde yo nací.

Le funciona.

La Segunda le sirve para calmarse entre el mundanal ruido de las turbamultas.

Es esta:
Acúuu, Acúuu, Acúuu,
Coy, Coy, Coy, Coy
picabúuu,
Gorli, gorli, gorli.

Le funciona.

A la tercera recurre para no descomponerse ante el aburrimiento de una vida repetitiva y monótona:

Es esta:
Estaba el señor don gato
Sentadito en el tejado
Marrama miau miau miau
Sentadito en el tejado

Ha recibido una carta
Que si quiere ser casado
Marrama miau miau miau
Que si quiere ser casado

Con una gatita blanca
Sobrina de un gato pardo
Marrama miau miau miau
Sobrina de un gato pardo

Cuando iba a visitarla
Se ha caído del tejado
Marrama miau miau miau
Se ha caído del tejado

Se ha roto siete costillas
El espinazo y el rabo
Marrama miau miau miau
El espinazo y el rabo

Ya lo llevan a enterrar
Por la calle del pescado
Marrama miau miau miau
Por la calle del pescado

Al olor de las sardinas
El gato ha resucitado
Marrama miau miau miau
El gato ha resucitado

Por eso dice la gente
Siete vidas tiene un gato
Marrama miau miau miau
Siete vidas tiene un gato

Le funciona.

La última, es que le haga yo Ommh, Ommh, Ommh, en su panza para que le vibre el intestino y después se pueda quedar él tan pancho flotando entre la empatía de lo mundano y lo divino.

Le funciona.

El truco, según he visto, es repetirlas en su momento hasta el infinito sin descanso, para que la mente quede como anestesiada por tanta repetición.
La virtud recide es no desesperarse, porque verdaderamente, funcionan.

Salvo ese último mantra del omh,omh, omh - porque a mí no hay quien me lo haga-, yo por eso ya tambien empecé a repetirmelos mentalmente durante todo el día para ver si puedo alcanzar los niveles de conciencia como los que alcanza mi hijo.

…hombre, si a él le funcionan…

lunes, 13 de abril de 2009

Cosas culturales

Nota: Mi esposa es española. Yo soy mexicano.

A mi tía y a mi sobrina les encanta tomarse un tiempo durante sus viajes al extranjero para visitar cementerios.
Eso es algo que no entiende mi esposa.
Cosas culturales, dice.

A mi cuñado y a mi tía y a mi mamá les gusta hacer fotos de recuerdo de sus visitas a los cementerios.
Eso es algo que no se puede explicar mi esposa.
Cosas culturales, dice.

Mis amigos y conocidos hacen fotos a los féretros abiertos durante los sepelios.
Eso simplemente escapa a toda lógica para mi esposa.
Cosas culturales, dice.

Mis primos tocan el cello durante el sepelio de su madre.
Cosas culturales, dice.

Mi papá hace fotos durante el sepelio y los funerales del papá de mi cuñado, aquí en España.
Mi esposa no entiende porqué mi papá se dedica a hacerlas sin ton ni son, siendo que ella le pidió explicitamente, que no las hiciera.
Mi esposa se está volviendo loca.
Cosas culturales, dice.

Me llevo a mi esposa "en muertos" a México.
A mi esposa le encanta ese sentido de la mexicanidad.

Mi esposa entiende ahora a mi sobrina, a mi tía, a mi cuñado, a mis amigos, a mis primos y excusa a mi padre por su comportamento.
Cosas culturales, dice.

Pero yo sigo diciéndole que lo de mi papá, lo de tomar fotos durante el sepelio del papá de nuestro cuñado a petición explícita de que no las hiciera, es una falta de respeto aquí, allá y en China.

Ella sigue excusándolo.
Cosas culturales y de buena educación, digo yo.