miércoles, 27 de junio de 2012

Reloj cucú.

Atemporalmente,
tic tac, tic tac,
infinitamente,
tic tac, tic tac,
te amo.

A diario,
tic tac, tic tac,
siempre en presente,
tic tac, tic tac,
te amo.

Así sencillamente,
tic tac, tic tac,
aún en futuro,
tic tac, tic tac,
te amo.

Y en pasado,
tic tac, tic tac,
y después también,
tic tac, tic tac,
te amo.

Tú tranquila,
tic tac, tic tac,
pues he podido,
tic tac, tic tac,
puedo y podré,
tic tac, tic tac,
seguir esperando.

Y así,
tic tac, tic tac,
te espero,
tic tac, tic tac,
te amo,
tic tac, tic tac,
hasta que un día
tic tac, tic tac,
por unos segundos
tic tac, tic tac,
el reloj haga
cú cú cú cú cú cú
y aparezcas cantando
¡ tú tú tú tú!




viernes, 15 de junio de 2012

Esperando a Eric

Estoy en la luna mirando absorto,
detrás del manto negro de la noche,
 la infinitud del universo.

Y me doy cuenta que frente a todo esto,
soy infinitamente mucho menos
que casi nada.

Estoy en la luna mirando
entre las galaxias y las distancias,
a esta pequeña gran grandeza
que es la tierra.

Estoy mirándola maravillado,
y desde mi pequeñez admiro
ese don
que sólo ella tiene
y que le otorga
un lugar exclusivo
en la vastedad del universo:

La vida.

Tan sensible, tan frágil,
tan como tú, tan de tu agua,
tan de tus nubes, de tu aire,
tan de tus desiertos, los dos,
los de hielo y los de arena,
tan de tu verde en los bosques,
lava en tus volcanes,
y profundidad en los mares.

Tan de tus montañas,
de tus valles, de tus ríos,
de tus flores, de tus árboles,
de tus peces, de tus aves,
tan de tus nidos, tus perros, tus gatos,
insectos, bacterias,
tan madre de todos, de todo,
tan de ti, tan de tu vientre,
tu simiente, tan de tu vida.

Y yo sigo en la luna
sintiéndome
infinitesimalmente pequeño
frente a este sentimiento de amor
que desde ti fluye,
que se dirige hacia mí, hacia todos,
hacia el mundo,
y que nos invita
a ser parte del misterio, del milagro,
que es un niño viviendo en un vientre,
dentro de una madre, 
en la tierra, en el universo,
y todo siendo por ser, al mismo tiempo.

Sigo en la luna,
mirando en el manto negro de la noche
la infinitud del cosmos,
y yo no sé qué me maravilla más,
qué me arroba más,
qué me hace sentir desde mi pequeñez,
tan inmenso como el universo:
si la tierra, la vida
o el amor que gracias a ti,
puede haber en ella.