domingo, 26 de junio de 2011

Sueño de insomio...

Una musa es una musa, así, sencillamente, sin más.

Una musa puede llegar entre las noticias, envuelta en un papel periódico, puesto sobre una silla; o te la puedes encontrar en una botella de vino blanco,esperando en una estación de metro; o saltando dentro y fuera de un cuadro, en un museo; o en la caja de una guitarra con duende,bailando tiempos, sola,en casa, como una gitana; o en un cuento de niños huyendo juntos, de la ciudad al campo; o en la palma de tu mano, durmiendo;o revolteando como colibrí, tratando de libar el néctar de tus labios; o montada en un grillo cabalgando feliz rumbo a las estrellas, con su principe encantado, la noche en que con un adiós, se aleja.

Una musa te hace ser creativo,imaginativo, te hace sentir y da sentido a tu vida. Una musa puede hacer girar la estrella de David, con sus seis puntas y sus dos triángulos; y jugando jugando, te das cuenta, y así jugando,que si repites la palabra David, infinidad de veces...,da vi da vi da vi da vi da vi da...da vida. Una musa llega como una amiga que da color a tu vida, le da vueltas a tu mundo e, igual, asi ,sencillamente, cambia de amiga a magia,jugando con sus letras y siginificados.

Una musa te da vida, te llena de magia... te la regala con su llegada y te la quita con su partida. Una musa es libre, puede venir, puede irse, aparece o desaparece, como luciérnaga con su luz, con su aura, como pompa de jabón.

Una musa es una musa, así, sin más vueltas, como lo es una estrella, y a uno no le queda más que la espera, a ver si una noche, la musa, regresa.

1 comentario:

Miranda Hooker dijo...

Ese juego de palabras david-da vida, como estrella... Me fascinó.

Sí hay que esperarla. Haciendo, para tener mucho que contarle.