Una musa es una musa, así, sencillamente, sin más.
Una musa puede llegar entre las noticias, envuelta en un papel periódico, puesto sobre una silla; o te la puedes encontrar en una botella de vino blanco,esperando en una estación de metro; o saltando dentro y fuera de un cuadro, en un museo; o en la caja de una guitarra con duende,bailando tiempos, sola,en casa, como una gitana; o en un cuento de niños huyendo juntos, de la ciudad al campo; o en la palma de tu mano, durmiendo;o revolteando como colibrí, tratando de libar el néctar de tus labios; o montada en un grillo cabalgando feliz rumbo a las estrellas, con su principe encantado, la noche en que con un adiós, se aleja.
Una musa te hace ser creativo,imaginativo, te hace sentir y da sentido a tu vida. Una musa puede hacer girar la estrella de David, con sus seis puntas y sus dos triángulos; y jugando jugando, te das cuenta, y así jugando,que si repites la palabra David, infinidad de veces...,da vi da vi da vi da vi da vi da...da vida. Una musa llega como una amiga que da color a tu vida, le da vueltas a tu mundo e, igual, asi ,sencillamente, cambia de amiga a magia,jugando con sus letras y siginificados.
Una musa te da vida, te llena de magia... te la regala con su llegada y te la quita con su partida. Una musa es libre, puede venir, puede irse, aparece o desaparece, como luciérnaga con su luz, con su aura, como pompa de jabón.
Una musa es una musa, así, sin más vueltas, como lo es una estrella, y a uno no le queda más que la espera, a ver si una noche, la musa, regresa.
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1 comentario:
Ese juego de palabras david-da vida, como estrella... Me fascinó.
Sí hay que esperarla. Haciendo, para tener mucho que contarle.
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