lunes, 23 de mayo de 2011

Una invitada de lujo.

Es de mañana.
Nos levantamos.
Nos bañamos.
Nos vestimos.

Él ya se tomó su biberón, pero me acompaña a desayunar sentado sobre mis piernas.

La ventana nos queda, al lado, justo hombro con pared.

Volteamos.Miramos.

No se puede ver otra cosa, está la Luna. La Luna vestida de azules: Azules negro,azules oscuro. Azules de tarde larga y desvelada. Azules de sueño simple. Azules de viento ligero. Azules de lluvia sobre el suelo. Azules unicornio, azules de hada, azules de duende, azules pegaso.Azules de cabello de ángel y caudal de estrellas furtivas. Azules ternura, azules caricia, azules de noche íntima e infinita.Azules ilusión,azules misterio,azules sensualidad,azules pasión, azules deseo.Azules de beso suave de buenos días antes del alba.

Miramos y vemos.
No se puede ver otra cosa.La luna se muestra total, ingenua y seductora toda al mismo tiempo.

Impresiona la Luna, más belleza no cabe en el cielo.

Volteamos y nos miramos.
Se ve la Luna.
Él la observa, yo contemplo.

Se ve la Luna, y vemos, que se va la Luna, tras el firmamento.
Se va la Luna y a cada uno nos confiesa, un secreto.

A él, no se qué le dice, tal vez le promete un cuento.

A mí, me pide que le de la mano,que andemos juntos, que soñemos juntos, que paseemos felices, libres, sintiendo los dos sintiendo.

Y la escucho y muero por hacerle caso, por seguirla y así, jugando, le robe una caricia de Luna, una sonrisa de Luna, una lágrima de Luna,un secreto de Luna, un "te amo" de Luna, un beso de Luna en una noche de Luna. Y la escucho y muero por seguirla y darle yo, así, también jugando,todo lo que a ella tanto le gusta: un dibujo, dos canciónes,tres caricias, cuatro burbujas de jabón, media tarde en un sorbo de café y un beso lanzado al viento, que la persiga y le dure, hasta la noche siguiente.

Pero es de día y el día pinta claro. Enmudesco y me guardo, con dolor, el deseo de fugarme,corriendo, mano con mano,con esa luna, a la que tanto amo.Pero es de día y no podemos,caray,no podemos seguirnos,aunque los dos,lo querramos.

¿Y él?

Él irrumpe en el silencio gritando con la fuerza que le dan sus pulmoncitos de dos años:

- Luuuuna, Luuuuna, ven. Luuuna,ven. Luuuna ven - se empeña en llamarla- Luuuna. Luuuna ven, bebe agua.Luuuna. Luuuna ven; ven a mi casa, ven a mi casa,Luna,ven a mi casa, bebe agua - y le hace gestos con su mano y la llama con toda su alma.

Yo no sé que le dijo la Luna a mi hijo...tal vez le prometió que le contaría un cuento.Yo no sé qué le dijo,sé lo que siento.

Yo no sé lo que le dijo, pero lo escucho y pienso:
"Hoy tenemos invitada de lujo.Hoy pondremos manteles largos. Esta noche cenaremos los tres,en un claro de Luna,envueltos en la magia más sencilla,la ilusión más ingenua y el deseo más profundo."

2 comentarios:

Miranda Hooker dijo...

Una magia ilusionada que no se agota. Un romance y sus misterios que lo hechizarán toda la vida. Y el regalo de ver más allá de lo que está, sabiendo.

princess dijo...

Es una maravilla o por qué no decirlo, una magia que esa invitada de lujo... La Luna... nos ilumine a todos aunque estemos del otro lado del océano. Y podamos sentir el deseo de tocarla con tan sólo estirar la mano y al cerrar los ojos expresarle nuestros más profundos y antiguos deseos...
Que un día... nos haga realidad...
Lo que siempre navega en nuestra mente.
La Luna es hermosa, no importa que algunos días no la logremos ver por aquello de sus fases. Siempre está ahí suspendida en el cielo.
Nadie la puede esconder, tal vez se puede parar enfrente y tratar de taparla a nuestros ojos, pero con tan sólo movernos un poco aparece!!, como aparece el amor dormido!. No lo crees?.
Puede alguien ocultarlo, yo creo que es como el cauce natural del agua, siempre busca su camino. La humedad siempre sale por donde menos lo imagines.