Es muy bello sentir fe, esperanza y amor. Esas tres fuerzas atávicas que
llenan nuestras vidas.
Creo yo, aunque estoy seguro de que lo que pienso es rebatible…
Que con la fe, la vida se llena creyendo en algo que nos guía, que nos induce; algo ex-ego, inmaterial e intangible, que sin estar, percibimos que es.
Que con la esperanza, la vida se llena confiando cotidianamente en que ese algo ex-ego, en lo que uno cree,un día será...
Que el amor, nos llena la vida sintiéndola, haciéndo sentir o permitiendo que nos hagan
sentir (compartiendo) ese algo ex-ego en lo que dos o más de
dos tenemos fe y esperamos.
Por eso creo, que de esas tres fuerzas, la más fuerte es el amor.
Porque la fe y la esperanza son fuerzas que se anudan en
las entrañas, que tienden a meternos, que se llevan en silencio,que podemos ocultar.
Porque la fe y la esperanza son fuerzas que provienen del
creer,que nos personalizan,que nos interiorizan, que nos hacen propios,que nos dan fuerza;pero de las que nadie, en el
fondo, quiere saber, ni escuchar.
Pero el amor…
Es un sentimiento explosivo que nos saca, que nos delata, que brota desde nosotros mismos, per se, sin control, sin
razocinio, que nos muestra vivos,que invita a descubrir la vida, a compartir la vida, que nos invita a acercarnos,a darnos, a ofrecernos, a
identificarnos con nuestro prójimo,con el otro, como seres vivos, latiendo.
Todo mundo quiere sentir,
recibir, dar amor; porque con el amor, se regala la
vida, se comparte nuestra vida y se recibe y aprecia la vida
del otro, en la nuestra, sin esperar nada, sin creer en
nada.
Por eso creo que de esas tres fuerzas la más fuerte es el amor.
Porque la fe y la esperanza son fuerzas de nuestra
mente puestas en el más allá,esperando a que algo pueda
ser.
Pero el amor no es cuestión de
esperar, no es asunto del más allá. El amor es de aquí y ahorita.El amor nos hace darnos cuenta de que estamos vivos.El amor si se siente siempre es, y si no, no es.
Por eso creo que de esas tres fuerzas, la más fuerte es el amor.
Porque al dejar de creer o al dejar de esperar, nada pasa. Se puede vivir sin fe, se puede vivir sin esperanza.
Pero al no poder hacer
sentir al prójimo ese flujo de vida que nos brota desde nuestras entrañas o al dejar de recibir ese sentimiento vital que nos llegaba desde el otro…cuando se pierde el
amor... siempre se van con él la
esperanza y la fe y
quedamos condenados a vivir una
vida vacía, en solitario.
Por eso creo que de esas tres fuerzas la más fuerte es el amor,porque
cuando muere el amor,cuando
dejamos de sentir algo mutuo como
prójimos, en el
fondo, siempre
morimos dos.
Pervivamos...