viernes, 25 de enero de 2013

Simultáneamente...tú.

Puedes mirar el camino que has andado,
o asomarte al que andarás;
puedes ver tu imagen en el espejo,
o descubrir al ser, que hay detrás.


Puedes también 
dejar que otro conduzca 
que decida tu rumbo
cerrar los ojos,
negar tu camino
y viajar
encontrándole formas a la oscuridad,
o dormirte 
arrellanado
simplemente
dejarte llevar. 

o puedes abrirlos
y desde tu sitio,
 desde tu asiento, 
sorprenderte, 
 y ver y mirar y descubrir 
y crear y compartir
cada instante,
  cada palmo, 
cada detalle,
y maravillarte 
de tu paso por lo cotidiano
y dejar una mínima huella 
que invite a vivir, a sentir, a amar 
aquello que la vida te regala,
aquello que la vida nos da.

Lo puedes todo,
y todo
incluso,
simultáneamente.

Pero, ya ves, 
lo puedes todo
solamente 
si estas aquí, ahora, tú
 siendo plenamente tú 
y tus posibilidades
en éste pedacito único 
maravilloso e irrepetible
de presente.




2 comentarios:

Miranda Hooker dijo...

Mirarse a los ojos, unos a otros, como espejo: del momento presente al que le caben todas las conjugaciones del tiempo.

Ahi, todo es posible.

Anónimo dijo...

Yo mantengo los ojos abiertos y no termino de sorprenderme; pero mentiría si dijera que sólo veo lo bello.
Me resulta imposible no ver lo feo, lo atroz, lo indigno. Y no termina de sorprenderme la capacidad para hacer el mal de ciertos miembros de la raza humana.
Sin embargo, esto me permite comparar y reconocer, admirar y afirmar que no todo está perdido.
Lo bello, lo bueno y lo digno también existe.