Puedes
mirar el camino que has andado,
o
asomarte al que andarás;
puedes
ver tu imagen en el espejo,
o
descubrir al ser, que hay detrás.
Puedes también
dejar
que otro conduzca
que
decida tu rumbo
cerrar los ojos,
negar tu camino
y viajar
encontrándole formas a la
oscuridad,
o dormirte
y arrellanado
simplemente
dejarte llevar.
o puedes
abrirlos
y desde tu sitio,
desde tu asiento,
sorprenderte,
y ver y mirar y descubrir
y crear y compartir
cada instante,
cada
palmo,
cada
detalle,
de tu
paso por lo cotidiano
y dejar
una mínima huella
que invite
a vivir, a sentir, a amar
aquello
que la vida te regala,
aquello
que la vida nos da.
Lo
puedes todo,
y todo
incluso,
simultáneamente.
Pero,
ya ves,
lo
puedes todo
solamente
si
estas aquí, ahora, tú
siendo plenamente tú
y tus
posibilidades
en éste
pedacito único
maravilloso e
irrepetible
de
presente.
2 comentarios:
Mirarse a los ojos, unos a otros, como espejo: del momento presente al que le caben todas las conjugaciones del tiempo.
Ahi, todo es posible.
Yo mantengo los ojos abiertos y no termino de sorprenderme; pero mentiría si dijera que sólo veo lo bello.
Me resulta imposible no ver lo feo, lo atroz, lo indigno. Y no termina de sorprenderme la capacidad para hacer el mal de ciertos miembros de la raza humana.
Sin embargo, esto me permite comparar y reconocer, admirar y afirmar que no todo está perdido.
Lo bello, lo bueno y lo digno también existe.
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