Pensando en lo que dice Silvio:
Yo digo que las estrellas
le han de dar gracias a la noche
Porque encima de otro coche
no pueden lucir más bellas
Y digo que es cosa de ellas,
de la noche, el universo
cual son culpables los versos
De que haya noches
Y estrellas.
Yo digo que los deseos,
son pequeños actos de fe,
que arrojados a la esperanza
(en forma de oraciones o versos)
se vuelven estrellas.
Yo digo que las estrellas
bajan a la tierra
por la noche,
con su atillo de deseos
para hacerlos realidad.
Y digo que cuando los cumplen,
Los deseos se vuelven colibríes
y que si no, si no los cumplen
los deseos se convierten en duendes
duendes andariegos
pequeños y traviesos.
Yo no sé si así se cumplan o en eso se conviertan los deseos.
Sólo digo que estrellas y colibríes
son pequeños actos de fe y de esperanza
que inundan al mundo y al universo.
Y digo
que si no se cumplen los deseos,
no hay porqué culpar
ni a las oraciones
ni a los duendes
ni a los versos.
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1 comentario:
La travesura como elemento de la esperanza... Nunca lo había pensado así.
Bellísimo.
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