lunes, 22 de febrero de 2010

Ver llover

Un rayo a lo lejos ilumina la tormenta.

Llueve, ha llovido y lloverá.
Así, todo el día hoy y mañana.

La gente hace ya tiempo que se esfumó.
No se moja.
El viento ulula.
La lluvia se revuelve en el aire.
El agua se precipita al desagüe.

Lo de siempre cuando llueve.

Se notan en los charcos las ondas de las gotas y en el piso los reflejos de las luces de coches y edificios.

Miles de gotas que caen del cielo, se estampan contra la estrechez de la cuerda de un tendedero.
Nunca llegarán al suelo.
Que destino tan probabilísticamente más jodido.

Lo de siempre cuando llueve.

El viento mece con fuerza las ramas secas.
Las despeluca.
Una hoja muerta se aferra al tallo que le diera vida.
Así es la vida, tan lleno de muertos aferrados a sus vidas.

Un pájaro pequeño encuentra cobijo bajo un alero.
Otro pájaro grandote llega y lo saca a picotazos.
Vuela el pequeño,se queda el grandote.
Así es la vida, tan llena de pájaros ojetes y grandotes.

Una gota busca a duras penas su rumbo camino abajo por el vidrio de la ventana.
Va dejando en hilera su prole de gotitas hijas.
Otra gota gorda sigue sus pasos engulléndolas.
Corre más rápido y llega pronto a su destino, sin dejar rastro.
Así es la vida, tan llena de gotas gordas y oportunistas.

Lo de siempre en esta vida cuando llueve.

Llueve, ha llovido y lloverá.
Así, todo el día hoy y mañana.
Como siempre...

...y mi hijo de un año voltea y ve extrañado a través de la ventana.
Y mi hijo y se asusta y se emociona y mi hijo se entusiasma y señala y mi hijo se asombra y brinca y aplaude y ríe… para él no valen las hojas muertas, ni el destino, ni lo efímero, ni las gotas gordas ni los pájaros ojetes... porque para él no hay siempres, todavía.

Que cosas, ya había olvidado lo que es ver llover con la frente y las manos apoyadas sobre el cristal de una ventana…

3 comentarios:

Hluot Firthunands dijo...

Me gustó.

Me recordo cuando yo veia la neblina esperando que de pronto apareciera mi nahual.

Miranda Hooker dijo...

Hermosísimo.

Viste la lluvia a través de otro cristal. Íntimo y sutil. Del alma.

Ana dijo...

Después de dos meses de lluvia en Madrid, te has fijado en ella justo cuando la ha descubierto tu hijo.

Piensa en todo lo que os queda por descubrir y redescubrir juntos.