miércoles, 2 de diciembre de 2009

Los otros yoes

Hace muchos años, se puso de moda un psico-test.

De psico-test no tenía nada. Servía más para ligar que para otra cosa.

Todo mundo se lo sabía y todo mundo lo utilizaba para lo mismo.

El test consistía en lo siguiente.

Se le pedía al susodicho analizado, o analizada, que nombrara tres animales. Según esto, las características de los animales nombrados correspondían, según el orden en que los habían dicho, a lo siguiente:

a) Al yo que creía ser.

b) Al yo que los otros veíamos en él o ella.

c) Al yo que realmente era.

Por ejemplo, si alguien decía:

1) León

2) Oso

3) Águila

Pues entonces se podían decir exquisiteces de su personalidad. Por ejemplo, como que el analizado tenía una fuerte personalidad congruente tanto interna como externamente, tendiente más a la asertividad que a la pasividad. Admirable, envidiable, magnánima e independiente.

Lo curioso es que las más de las veces los animales se repetían y todo mundo tenía personalidades de león, pantera, águila, jaguar, gorila, tigre, oso, lobo, caballo, tiburón, cóndor, golondrina, gaviota y paloma. Porque a nadie se le ocurría decir, por ejemplo: rata almizclera, musaraña, víbora; o mula, zorrillo, tarántula; o burro, cerdo, búfalo y sin embargo si que te encontrabas -y te sigues encontrando - a esos “yoes” deambulando libremente por las calles de la ciudad (a que sí).

Lo que cambiaba -y mucho- era la interpretación de la personalidad que cada pseudopsicólogo(a) daba a sus analizados. Interpretación que variaba incluso, aunque dos personas dijeran exactamente los mismos animales en el mismo orden, en el mismo lugar y en la misma reunión, disco, antro o cantina.

De mí, yo siempre decía: lobo, nutria, delfín.

En aquél entonces -como ahora- yo resultaba muy creativo cuando se trataba de inventarse tonterías, así es que me inventé nuevas modalidades de tests para analizarme y analizar a los demás. Mis tests limitaban las categorías que definían las personalidades a sólo tres nombres de flores, o sólo tres de árboles, o sólo tres de cáctuses, o sólo tres de peces, o de primates, o de felinos, o de minerales. Lo último fue un test con sólo tres elementos de la tabla periódica. Pero dio lo mismo, porque los sustantivos categóricos en los test se repetían ad infinitum et ad cursileriam (rosa, rosae, rosam, roble, caoba, pino, oro, plata, platino, rubí, diamante, esmeralda…). Nunca escuché, por ejemplo: Molibdeno,Hidrógeno,Arsénico; o azabache,tezontle,aragonito; y mucho menos maguey, nopal, peyote. Una vez sí, un mamón me dijo piedra, papel o tijera. A mí me hizo mucha gracia y a él no tanto cuando le explique de lo que se trataba.

Hoy rememorando aquél juego, lo encuentro más divertido, porque dada su evidentísima falta de seriedad, las categorías de análisis para este psico-test pueden ser tantas, tan diversas, tan abiertas o tan cerradas, como a cada uno le dé su imaginación y según las ganas que tenga uno de perder el tiempo.

Eso sí, les digo, lo más divertido siempre son las interpretaciones que se pueden llegar a hacer.

Hoy preguntaría, por ejemplo, por tres psicopompos y que cada uno se haga su propia interpretación.

2 comentarios:

Hluot Firthunands dijo...

Decia Jorge Ibargüengoitia que la astrologia sirve para lo mismo.

Le preguntas a la persona su signo y argumentas compativilidad de caracteres.

Si la persona sabe de que se habla, te la llevas a un rincon y platican durante horas.

Si la persona no sabe de que se habla, te la llevas a un rincon y le explicas durante horas.

A mi me asombra el grado de complicacion al que llegamos para empezar a platicar.

Para platicar se necesita mas carencia de vergüenza que abundancia de otra cosa.

Miranda Hooker dijo...

Yo con mis alumnos iniciaba esa dinámica preguntando por tres palabras que detestaran fonéticamente. No faltaba el filántropo que respondía: "envidia, avaricia, violencia". Y yo tenía que insistir en la fonética. Ah, entonces "pantaleta, guarro y espinazo".

También les pedía tres mentiras sobre sí mismos. Pero en cuanto empezaban a decirlas, se las creían.

En materia de psicopompos yo diría loba, león, mariposa. Qué gran pregunta!