miércoles, 12 de septiembre de 2012

Suelas y sueños

Mis zapatos, se han acabado,
están punto de hoyo,
de un agujero en cada suela.

Mis zapatos están a punto de irse,
de lograr su independencia,
de lograr su libertad,
de empezar a andar solos, por ellos mismos,
sin mí.

Y me duele…
porque no soy hombre de muchos pares,
y estos,
los he usado a diario
desde hace ya
seis o siete años.

Ya les hice su lifting, su liposucción,
ya los repinté, ya los embadurné de betún;
(ya les echó mano el zapatero, hasta dos veces)
pero ya no pueden, ya no pueden seguirme,
ya no pueden más con mi andar.
Ya dieron de sí, por darme a mí.

La historia es sencilla.
Hace años un diciembre me llegó un regalo,
un par de zapatos que no me gustaron,
o que no eran para mí,
porque al ir a cambiarlos,
estos los mios de siempre
ya me estaban esperando.

Y empezamos a andar…

Y con ellos anduve,
(como dice Violeta)
ciudades y charcos,
playas y desiertos,
montañas y llanos,
y la casa tuya tu calle y tu patio.

Y escucharon mis conversaciones
y saben de ellas…
y se volvieron mis confidentes,
silenciosos, solitarios.

Y saben estar, jo, que si saben estar,
(lo sé, porque me acompañaron).

Estuvieron con reyes, sultanes,
príncipes,ministros,
directores, empresarios,
embajadores,
jueces,imanes, sacerdotes,
banqueros, artistas, decanos, 
coroneles, vicealmirantes,
investigadores,pilotos de caza,
cirujanos,
mucha gente de postín y de renombre;
pero sobre todo estuvieron, 
con gente común, gente feliz,
gente de la calle,
gente del pueblo, buena, bella,
como mis amigos,
como mi familia,
como mi hijo,
como tú.

Ah...y estuvieron también con presos,
minusválidos, enfermos, desamparados, 
y alguno que otro difunto, triste,
que murió en algún hotel, mal muerto y a destiempo.

Y estuvieron, estuvimos,en lugares excluyentes,
(yates, clubes, comedores privados, consistorios, alcaldías...),
en lugares interesantes,
(hangares militares, laboratorios,  siderúgicas, mezquitas,...),
en lugares comúnes,
(salas de conciertos, tiendas, cines, baños públicos, restaurantes...),
y hasta en lugares que dicen que cuentan que estan hechizados...
(bodegas con folletos y salones con chimineas...)

Y saben de los sitios que más me gustan
(y lo saben porque fui con ellos, ellos me llevaron):
Museos, bares, parques, barrios, callejuelas con encanto.

Y saben de todos esos sitios especiales,
a los que he ido sólo o acompañado,
y en los que más me he emocionado,
y cuando...

Y saben de mis escapadas y locuras
de todas esas mis esperas sin sentido,
sentado en los maceteros,
de algún jardín;
y saben de mis carreras a lo loco,
por las calles, 
persiguiendo un sueño
del que soy siervo
y del que nunca, nunca,
seré dueño.

Se van mis zapatos,
algo de mí se llevan,
y algo de tí,
también.

3 comentarios:

Ana dijo...

Tus nuevos zapatos te llevarán a sitios que ni te imaginas.....

Lo mejor siempre está por venir.

Anónimo dijo...

agradezco a éstos que te hayan traído hasta nosotros, tus amigos y amigas. Espero que los nuevos también lo hagan.

Entre paréntesis, también me cuesta deshacerme de mis zapatos viejos pero por razones menos románticas: tengo el pie plano, así que sólo cuando están bien domesticados, es decir, viejos, soy feliz.
Julieta.

Miranda Hooker dijo...

Con este homenaje, los honras. Pues así como los zapatos sirven para acompañar en el camino, los hombres y mujeres estamos para caminar los sueños, a veces con calzado y a veces descalzos.

Qué valioso que hagas un alto para dejarlos ir, como ellos lo hicieron contigo.